lunes, octubre 14, 2013

Literatura, Ciencia-Ficción y Steampunk

La presente es la transcripción de una entrevista que me hizo la revista mexicana dedicada a los géneros de ciencia ficción y terror - Scifi-Terror - realizada por Yago Mesa (http://issuu.com/scifi-terror)


Ser un autor de Sci-Fi es difícil sin importar la Lengua. Desde algún punto en Londres, Joseph Remesar nos habla -entre otras cosas- de lo que significa ser un autor de Sci-Fi latinoamericano en esa ciudad. Así como el “Hombre Lobo Americano”, podríamos decir que Joseph es doblemente extranjero. Cualquier escritor sabe las dificultades que representa el ser un autor de ciencia ficción, un género no enteramente respetado por la crítica literaria. Son las 00:00 horas en Londres, y 17:00 en México, D.F. El equipo de Scifi-Terror tuvo una grandiosa entrevista con Joseph -la primera entrevista de la revista -en la que no sólo nos platicó de su novela El Dirigible, también nos dio una cátedra gratuita acerca de lo qué es el subgénero Steampunk, y nos contó cómo se decidió por escribir este género.

Scifi-Terror: Háblanos un poco de ti. ¿Dónde naciste? ¿Qué estudiaste? ¿Cómo empezaste a escribir?

Joseph Remesar: Nací en Caracas, Venezuela. Mis padres eran españoles y mis tíos norteamericanos. Mis abuelos habían emigrado a Nueva York en los años 20. Vengo de una familia algo variada. Y estoy casado con una mexicana. Estudié letras en la Universidad Central de Venezuela y estuve en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, eso fue por allá en 1985.

S.T.: ¿Siempre te gustó escribir ciencia ficción?

J.R.: Desde niño fue lo primero que comencé a leer: Jules Verne y H.G. Wells. A los 8 o 9 años, después cuando mi inglés mejoró, pasé por todos los clásicos contemporáneos: Larry Niven, Philip Jose' Farmer, Robert Silverberg, Ursula K.Le Guin, Frank Herbert, Orson Scott Card, etc. Por razones profesionales, estudie también computación, tuve acceso también a literatura de Scifi Rusa, poco conocida. En mi época de estudiante, los libros soviéticos de física y algoritmos eran muy buenos y baratos, y entonces al ir a comprarlos me encontré una variedad de Scifi rusa traducida al español por cubanos.

S.T.: ¿Escribiste siempre steampunk?

J.R.: Aunque leía steampunk desde los 90, no fue así al principio. En el 95, emigré a E.U.A, y pasando por un Creative Writing program de la Florida International University en Miami, descubrí todos esos autores steampunk - por cierto conocí a mi esposa en Los Ángeles y nos casamos en Miami en 1998.

S.T.: Antes de escribir steampunk, ¿cómo eran tus obras?, ¿qué escribías?

J.R.: Ciencia-ficción más clásica – tengo una Space-Opera y una Novela Gráfica (por cierto con portada de Humberto Ramos).

S.T.: ¿Cómo fue tu salto a la escritura de steampunk? ¿Por qué escogiste ese género en particular?

J.R.: Fue accidental, en el 2003 nos mudamos a Europa, primero a Dublín y después a Londres. Aquí comencé a frecuentar círculos literarios. Fue complicado: Londres es una ciudad compleja, no tan grande como DF pero muy cosmopolita, es la Nueva York de Europa. Al principio no me gustaba la ciudad, y no sólo era el clima. Todo en Londres es viejo, o sea, 2 o 3 siglos de antigüedad, y además el español, a diferencia de E.U.A, es prácticamente inexistente y yo sólo escribo literatura en español.

S.T.: ¿Qué es lo más difícil de ser un autor de ciencia ficción latino a los ojos de los lectores internacionales?

J.R.: En general, ser un autor de SciFi es difícil no importa la lengua -el género todavía no es considerado "serio". Creo que a los lectores internacionales no les importa mucho de dónde es el autor, es una cuestión de editoriales y distribución.

S.T.: ¿Por qué crees que la ciencia ficción es mal vista, o menos preciado por la crítica? y
¿Crees que pasa así con el steampunk dentro de la ciencia ficción?

J.R.: Bueno, deberíamos comenzar diciendo que para mí el steampunk es ciencia-ficción, aunque sea con una estética victoriana.

S.T.: Más allá de la ucronía victoriana, las tecnologías de vapor y la electricidad de Tesla, ¿cuál dirías que es el verdadero espíritu de una narrativa steampunk que funcione en Latinoamérica, por ejemplo?

J.R.: Precisamente cuando comencé a escribir me encontré con un problema, no soy británico, y además escribo como sudamericano, no encontraba cómo explorar la estética, y entonces creé un personaje latino, inmigrante como yo, un alter ego que ve a la ciudad como yo la veo, y al hacerlo, creé toda una ucronía de cómo me hubiera gustada que fuera el siglo XIX para mí, y utilizo personajes históricos latinoamericanos con los míos inventados. Está Porfirio Díaz por ejemplo, y el nieto del prócer venezolano Antonio José de
Sucre. Mi inspector de Scotland Yard es hijo de un español y una irlandesa, criado en Argentina y por supuesto habla español.

S.T.: ¿Cómo tiene que ser un protagonista en tus novelas?

J.R.: Lo más real posible, alguien que te lo creas, como una persona viva. Mis personajes deben transmitir emociones, sentir, vibrar, transmitir lo que piensan, por eso creo que un escritor sólo debe escribir de lo que conoce o de lo que ha vivido aunque sea Steampunk o SciFi.

S.T.: ¿Investigas mucho sobre estas épocas?

J.R.: Sí, casi como si estuviera escribiendo una novela histórica. Las construcciones, las calles, los carros, los trenes, hasta el dirigible que describo en mi novela, existen o existieron.

S.T.: ¿Cuál es la dificultad al crear novums hechos a base de vapor y tecnología de hace 150 años o más?

J.R.: Ninguna, la base de toda la tecnología actual fue creada en la época victoriana: los fundamentos científicos, médicos, astronómicos, químicos, etc. No fue sólo el vapor, fue el sistema. La revolución industrial fue la base del mundo moderno, nos pasamos un poco, claro, y ahora el ambiente paga las consecuencias.

S.T.: ¿Cuál es la tecnología steampunk más extraordinaria que has leído? y ¿Cuál te hubiera gustado que se hiciera realidad?

J.R.: La bomba atómica en tiempos de la Reina Victoria; la teoría existía, pensaban probarla en la India, por supuesto. La novela Queen Victoria's bomb, de Ronald W. Clark, trata de eso. Y después, el viaje a la Luna, los británicos pudieron haber llegado antes que los americanos. La carrera espacial hubiera sido diferente si los británicos hubieran llegado en 1900 como planearon y no en 1969 - habría ahora gente viviendo en la Luna... en cambio llevamos 40 años sin hacer nada. Los chinos serán los próximos. Lo que me fascina del steampunk, a diferencia de otras versiones de la Scifi, es esa variedad de posibilidades. Los victorianos realmente se creían que la ciencia lo podía todo.

S.T.: Ahora vemos tecnologías desechadas, de los albores de la revolución industrial,  siendo utilizadas, como la electrostática en los smartphones, por ejemplo. ¿Qué otras tecnologías clásicas del steampunk has visto realizarse o retomarse con el paso del tiempo?

J.R.: Los diseños industriales, aplicados a carros y electrodomésticos - la vuelta al vapor no es un sueño, nos estamos quedando sin gas…literalmente. Creo que veremos más steampunk en la ropa y la estética, dispositivos integrados a ropa parecida a la del siglo XIX pero con telas modernas. Ya he visto varios Blu-touch incorporados a sombreros tipo hongo, es una nostalgia a esos tiempos.

S.T.: Más allá de la literatura, ¿por qué crees que el steampunk se ha convertido en una forma de vida, incluso más que una moda? Hay grupos musicales, arquitectura, vestimenta, videojuegos, joyería, etc.

J.R.: Vivimos en un mundo tan rápido, loco, sin valores, que los valores victorianos suenan bien. Volver a la elegancia, al cuero, a lo hecho a mano.

S.T.: ¿Qué obra steampunk crees que haya sido la que puso la mirada en el género, la que fue un parteaguas?

J.R.: No hay una sola, es difícil decidir. En inglés para mí fue: The Anubis Gates. En español, la trilogía de Félix Palma y las novelas de Eduardo Vaquerizo.

S.T.: Para los lectores interesados en iniciarse en el género ¿qué obras recomendarías leer para empezar?

J.R.: Esas mismas, y si buscan algo más profundo irse a los padrinos de todo, es decir Verne y Wells.

S.T.: ¿Tú consideras que Verne y Wells son steampunk?

J.R.: Técnicamente no, porque el término fue muy posterior, pero definitivamente gracias a ellos se creó el subgénero, su influencia es fundamental para entenderlo. ¿Cómo entender Las puertas de Anubis sin leer La Máquina del Tiempo?

S.T.: ¿Qué busca un buen narrador al contar su historia desde lo paralelo de un universo como los son el steampunk, el cyberpunk, el dieselpunk, etcétera?

J.R.: Ser coherente, que esté bien escrita. Una novela tiene que estar bien escrita sin importar el género. Y normalmente te das cuenta en los primeros párrafos. Por ejemplo:
"Entre dos árboles, en lo alto de la colina, un hombre muy anciano observaba, con un anhelo nostálgico del que no se habría creído capaz, al grupo de veraneantes que recogía sus cestas y montaba luego en sus caballos para alejarse hacia el sur. Iban con cierta prisa, pues había casi diez kilómetros hasta Londres, y la roja esfera del sol silueteaba."
Así comienza Las Puertas de Anubis, una maravilla, un párrafo inicial de 5 líneas, con sólo dos puntos. Tim Powers es un maestro.

S.T.: ¿Qué consejos le puedes dar a los que quieren iniciarse en la escritura de steampunk o en la escritura en general?

J.R.: Lo primero es vivir, lo segundo leer, leer mucho y lo tercero escribir, tener disciplina para escribir. Me tomó 9 meses, 3 horas diarias, escribir El Dirigible.

S.T.: Hablando de tu novela, me gustó mucho la idea de la unificación de América. Precisamente se llama la República Bolivariana. Ése era el sueño de Bolívar.

J.R.: Federación de Repúblicas Bolivarianas, era la idea original, en mi ucronía,
Bolívar y San Martín crean esa Federación en 1830.

S.T.: ¿Qué obras te han marcado, ya sean novelas, películas, series, obras de teatro, etcétera, que te hayan marcado, aunque no sean necesariamente steampunk?

J.R.: 20000 Leguas de viaje submarino de Verne-me la regalaron a los 9 años, una versión encuadernada e ilustrada -, fue el comienzo. Toda la obra de Jorge Luis Borges, incluyendo poemas, la serie de Dune de Frank Herbert - he sido siempre un lector de pulp-fiction y del género negro también. Raymond Chandler y todas sus obras. También cómics, desde Batman hasta Moebius. Me alimento mucho también de películas, difícil decir cuál, creo que soy más de Stark Trek que de Star Wars, y de los Westerns, todos. Ahora de "viejo" me encantan esas películas de los 70 sin tantos efectos especiales. Las pelis de Ford; me gusta el cine mexicano de la era de oro, en los 50, todo en blanco y negro.

S.T.: Para terminar: un mensaje que le quieras dar a los lectores de la revista SciFi-Terror.

J.R.: Estaré en Amazon para México, en pesos en el caso del ebook - que seguro serán accesibles de precio- y que espero animarme a escribir alguna historia steampunk sobre México - ya tengo algunas notas

1 comentario:

claribalte dijo...

Hola, cordial saludo. Mira la situación es la siguiente: soy estudiante de maestría en literatura y el trabajo de investigación que estoy realizando esta orientado hacia el mundo steampunk. Busco llevar a cabo una revisión juiciosa del steampunk desde el punto de vista literario (textos canónicos del tema, novelas, cuentos, teoria e historia literaria del genero (sus inicios, desarrollo como va actualmente). Para, seguidamente, hacer un rastreo en el ámbito latinoamericano. Por tal razón, estoy recolectando la mayor cantidad de información y de las más diversas fuentes posibles actualmente para concretar la labor.Por tu atención gracias.

Javier I. Rojas A
Maestría en Estudios Literarios
Universidad Santo Tomás de Aquino
Bogotá, Colombia.