lunes, septiembre 10, 2007

Hace un año

Hace un año aproximadamente, mi hija Nicoll estuvo por estos lares, recorriendo el frio Trim Castle y la verdes praderas de Irlanda.
Hacía años que no la veía y ya no encontré más a la niña sino a la mujer que ya es ahora . Todavía me parece verla durmiendo en el cuarto de huespedes, un cuarto que siempre estuvo ahí para ella, donde quiera que yo viviese, y al recordarlo me entra una emoción incontrolable. Y es que los hijos no son de uno por mucho que uno se empeñe, son prestados, y no nos pertenecen. Los llevamos un tiempo con nosotros, compartimos con ellos, le damos parte de nuestra vida, y después tenemos que dejarlos ir, hacia su propia vida. Nicoll será siempre mi "pequeña" y yo estaré siempre que me necesite, pero con los años he aprendido a aceptar que la vida es lo que es, y que somos más felices cuando dejamos ser felices a los demás.

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